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Acerca de Libia

Encontrar el propósito después de los 50

“EL EXITO ES SABER TU PROPÓSITO EN LA VIDA, CRECER PARA ALCANZAR TU MÁXIMO POTENCIAL Y PLANTAR SEMILLAS QUE BENEFICIEN A OTROS”

John Maxwell

Yo soy Libia

Nací en 1968 en La Habana, Cuba y hoy vivo en Miami. Soy madre de dos hombres de los cuales me siento infinitamente orgullosa, quienes son el motor y guía en cada uno de mis pasos.

Pasé gran parte de mi niñez con mi abuela pues mi mamá viajaba constantemente debido a la naturaleza de su trabajo como actriz. Siempre fui una niña *echada palante, muchos dicen que aún lo soy… y hasta me han llamado “valiente”, eso lo dejo a tu juicio. Espero que mi historia te llegue y de alguna manera te inspire.

*persona que dice lo que piensa sin tener en cuenta las consecuencias

La carrera del ratón

Mi abuela, que era maestra, fue mi guía e inspiración para esforzarme en lograr buenos resultados como estudiante. Crecí con la convicción de que el camino correcto era ese: estudiar, alcanzar un título profesional y posicionarse en un buen trabajo. Debía **sacar la cara por mi familia y esa fue la razón por la que me ***quemé las pestañas. Me gradué en una especialidad de la ingeniería civil en Instituto de Transporte Ferroviario de Moscú, Rusia y ejercí en mi país por algunos años, hasta que el proyecto, para el cual me había preparado, fue cancelado. Esta situación me obligó a explorar otras áreas y me sirvió para ampliar la visión. Durante diez años fui ascendiendo en los diferentes niveles de jerarquía hasta llegar a dirigir el área de Desarrollo Tecnológico en una compañía estatal desde donde fui contratada para trabajar, como asesora de un proyecto comunitario con el Ministerio de la Vivienda en Ciudad del Cabo, Sudáfrica.

**el integrante de la familia que logra alcanzar los resultados que los demás no pudieron

***estudiar mucho

El despertar

La experiencia sudafricana fue transformadora en todos los sentidos. Fue un proyecto hermoso y humano donde tuve la oportunidad de ayudar a otros con mis habilidades y recibir el reconocimiento por ello. Al principio eso bastaba, junto con la satisfacción de ver los rostros agradecidos al terminar cada etapa de aquel proyecto, enfocado mayormente en la comunidad más sufrida de ese país, sin embargo, aún faltaba algo… sentía que podía hacer más, pero necesitaba descubrir qué era ese algo. Así fue como comencé a conectar con personas con inquietudes similares a las mías que me pusieron en contacto con la información correcta y me recomendaron los primeros libros de crecimiento personal y emprendimiento, los cuales provocaron un cambio irreversible en mi mentalidad… ¡para bien!

El salto

Los libros me ayudaron a entender mi verdadero propósito en la vida, pero necesitaba una educación transformadora para lograrlo. Así fue como me involucré en todos los seminarios y entrenamientos que llegaban a mi buzón, participé en eventos donde conecté con otros emprendedores, también llenos de sueños y comprendí que el momento de saltar había llegado.

Llegué a Miami en 2015, cargada de planes y dispuesta a triunfar. No diré que descubrí la cueva de Ali Baba ni que ha sido fácil este camino, todo lo contrario; sin embargo, los errores cometidos han sido la escuela para volver a intentar y que el resultado sea cada vez mejor, para vencer el miedo a cometer errores y para afianzar la fe en que, si se tiene un propósito claro, el éxito está garantizado.

Mucho gusto

Mis hijos: Omar y Daniel son, sin lugar a duda, mi motor impulsor y mi fuente de inspiración. Son quienes proporcionan la energía vital necesaria para superar los reveses y la felicidad al celebrar las victorias por pequeñas que sean. Querida amiga ¿Cuál es tu motor?  

Hoy, a mis 52 años me dedico a ayudar a mujeres como yo a descubrir su propósito y hacer todo para lograrlo, ya sea si tienen un sueño definido o si están en proceso de descubrirlo. Son esos sueños los que nos motivan a comenzar y no rendirnos. Es tarde solo cuando desistimos.

Es mi intención que te sientas identificada con este espacio, pues puede ser que hayas vivido o estés viviendo una historia similar. La invitación a que te involucres está abierta si también tienes sueños, grandes o pequeños, que quieres hacer realidad para ti y tu familia.